18 de abril de 2012

¡Aprende a maquillarte!

¿Odiado o venerado? Conozco las dos caras de la moneda. Hay mujeres que les parece una pérdida innecesaria de tiempo maquillarse y hay mujeres que nunca saldrían de casa sin aplicarse mínimo una base, una máscara de pestañas y un colorete…

No se trata de ir siempre con la cara lavada o por el contrario llevar el “efecto máscara” que muchas veces provoca un maquillaje excesivo… Cada mujer debe encontrar el tipo de maquillaje que más se adapta a sus necesidades, gusto y estilo personal. Lo importante es saber cómo potenciar nuestras facciones y neutralizar los pequeños defectos.

En primer lugar debemos conocer la forma de nuestro rostro: ovalado, alargado, triángulo invertido, triángulo, cuadrado o redondo... Ahora mírate en el espejo con el cabello recogido y examina el contorno de tu rostro: ¿qué forma tienes?

El rostro ovalado es el ideal, de proporciones armónicas. Pero si tienes otra tipología no sufras porque existen algunos trucos: ten a mano siempre unos polvos bronceadores y aplícalos en aquellas zonas que quieres disimular, por ejemplo unas mandíbulas prominentes, una frente alta o un mentón puntiagudo. Los tonos algo más oscuros que el color de tu piel hundirán la zona a disimular y la neutralizarán. En cambio pon atención en las zonas que quieras potenciar utilizando un iluminador, por ejemplo en ojos o pómulos.

Utiliza una base de maquillaje ligera, ya que las densas intensifican las arrugas. Los polvos sueltos o compactos, así como las cremas hidratantes con color, son ideales para utilizar en verano, ya que son más ligeros.

Para iluminar tus ojos aplica una sombra clara, en tonos pastel, en todo el parpado móvil. Y si lo que quieres es realizar un maquillaje más sofisticado combina la sombra clara en el centro y lagrimal, con una oscura en la zona del rabillo, trazando líneas oblicuas hacia la sien, para conseguir una mirada más profunda.

Dimensiona tus ojos con la máscara de pestañas y el eyeliner. Si quieres conseguir un efecto ascendente delinea solo desde la mitad hasta el rabillo y únicamente en el parpado superior.

Las cejas son las que determinan nuestra expresión, por eso es importante que estén bien definidas. Si las tienes poco pobladas utiliza un lápiz especial para esta zona dando ligeras trazadas y peinándolas después.

Si tienes los labios carnosos no utilices delineador y decántate por los colores naturales y poco luminosos. Si por el contrario quieres más volumen, defínelos con un delineador del mismo color y aplícate tonos luminosos con brillo.

Para finalizar aplica un toque de color en tus pómulos. Si tu piel es blanca elige los colores rosados, y si tu piel es morena decántate por los melocotones o anaranjados.

Cada mujer tiene sus necesidades especiales en cuestión de maquillaje… si te has quedado con alguna duda y quieres aprender a potenciar tus rasgos de una manera natural no olvides que Mésquestil te ofrece el servicio de Automaquillaje, tanto para grupos como individualizado.

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